La injusticia vivida en el caso conocido como “Los cinco de Central Park” comenzó la noche del 19 de abril de 1989.

Esta historia se desarrolla en un ambiente sumido en la violencia que en aquellos tiempos caracterizaba a la gran ciudad de Nueva York. En sus barrios afroamericanos y latinos, la policía no dudaba ni un segundo en usar tanto la violencia verbal como física. Era la manera de resolver el gran número de crímenes denunciados.

Esa misma noche, un total de 30 adolescentes residentes del barrio neoyorquino de Harlem asaltaron el “sagrado” y querido Central Park. Después de molestar a corredores y ciclistas causando desorden por las calles del parque, una cuadrilla de agentes policiales detuvo a cinco de los jóvenes. Tenían entre 14 y 16 años: Yusef Salaam, Antron McCray, Kevin Richardson, Raymond Santana y Korey Wise.

Un par de horas más tarde se descubrió el cuerpo de Trisha Meili. Una mujer blanca de 28 años, empleada de Wall Street que había salido a correr por Central Park. Presentaba signos inequívocos de violación y agresión física. Estaba inconsciente y poco después la mujer entró en coma. Dicho estado imposibilitó a Meili ofrecer un testimonio acerca de lo ocurrido durante la noche. Los policías a los que se les asignó la investigación de este caso interrogaron a los cinco chicos detenidos convencidos de que ellos habían sido los causantes de las atrocidades cometidas.

Los agentes no tardaron ni un día en conseguir sus confesiones con respecto a la involucración en el crimen. Ninguno de los arrestados afirmó haber participado en la salvaje violación. Los presionaron para inculparse entre ellos, prometiéndoles que en un día saldrían libres. Además, prescindieron de la asistencia familiar de los menores e incluso de abogados.

Cabe destacar en el caso que sin haber coincidencias en el ADN del cuerpo con el de los cinco jóvenes, ni pruebas sólidas, la situación despertó gran interés mediático. Las tensiones raciales y el clima tan agresivo que se vivía en Nueva York, hicieron que se convirtiera en una injusticia judicial histórica para el país.

Los Cinco de Central Park. Fuente: El Diario NY

A pesar de la falta de solidez en la exposición por parte de la fiscalía, los chicos no pudieron librarse de la pena de prisión. Pasaron entre diez y quince años entre rejas. El estricto sistema judicial, la pena implantada y las duras declaraciones de Ed Koch (alcalde de la ciudad) influyeron notablemente en la sentencia final. A todo esto, deben sumarse las campañas de Donald Trump. En aquel entonces era un exitoso empresario que invirtió una gran cantidad de dinero en prensa exigiendo la pena de muerte inmediata de los jóvenes.

Años más tarde, después de realizarse los primeros juicios sobre el caso, los cinco decidieron denunciar. Declararon que los policías les habían presionado y obligado a confesar un crimen que ninguno de ellos había cometido.

Tras la relegación del caso, de repente, en 2001 se descubrió quien había sido el verdadero culpable. Se trata de Matías Reyes, un violador en serie que ya estaba arrestado. Finalmente confesó que él había sido el único autor del delito cometido contra Trisha Meili. Para constatar si Reyes estaba diciendo la verdad, los agentes comprobaron el ADN y la descripción ofrecida de los hechos. Efectivamente, encajaron a la perfección. Posteriormente, los jóvenes fueron indemnizados.

A día de hoy, este caso se sigue empleando como ejemplo de una de las mayores injusticias raciales ocurridas en el sistema judicial norteamericano.

 

Así nos ven: miniserie de Netflix.

Este caso fue adaptado a una miniserie de Netflix creada por Ava DuVernay. Se estrenó el 31 de mayo de 2019.

La serie, que recibe el nombre Así nos ven o When They See Us, consta de 4 episodios. Se basan en la difícil situación a la que los cinco de Central Park tuvieron que hacer frente. El racismo y la discriminación que caracterizaba en aquellos años a la ciudad de Nueva York se puede ver de manera clara e indiscutible a través de los capítulos. Los policías emplean la violencia física y buscan diferentes maneras de tratar de inculpar a los chavales arrestados.

Estos 4 episodios ayudan a contar la historia en diferentes fases. En los dos primeros capítulos, se describe el caso y los hechos. En los dos últimos, llegamos a ver como los jóvenes se desenvuelven en el reformatorio o directamente en la cárcel.

 

La serie consigue sin ninguna duda mostrar la realidad social y el ambiente que se vivía en Nueva York en los años 80. Con un contenido sensible y a veces difícil de asimilar, esta producción muestra el dolor y el desconsuelo de las familias. Profundiza en las diferencias sociales, predominando la injusticia del sistema y sus medios de manipulación.

También cabe señalar la aparición de Trump, que ya en aquel entonces contaba con un amplio poder mediático, y por supuesto, con incontables cantidades de dinero para manipular los titulares periodísticos a su favor. En este caso, reclamó que se aplicase la pena de muerte a quienes apenas eran cinco niños de un barrio humilde sin ninguna mala intención.

DuVernay contó principalmente con los valiosos testimonios de los condenados. También sus respectivas familias narraron el caso desde un punto de vista real y cercano a los hechos.

Sirviéndose de un reparto de actores, en su gran mayoría desconocidos y sin mucha experiencia, la serie ofrece una interpretación buena y sensacionalista con la que todos conectamos. Nos lleva a percibir la realidad de cómo funcionan los cables que sustentan los sistemas que presiden nuestro planeta.

 

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