El 15 de septiembre de 2022 es una fecha que, por desgracia, ya forma parte de la historia del deporte: el día que Roger Federer dijo adiós al tenis. El suizo compartió la noticia en sus redes sociales con una carta en la que expresó cómo se encuentra, así como el amor y agradecimiento que siente hacia este deporte que tanto le ha dado.

La última oportunidad para disfrutarlo en un torneo será la quinta edición de la Laver Cup en el O2 de Londres, que se disputará entre el 23 y el 25 de septiembre. Participará en el equipo europeo junto a Djokovic, Nadal, Tsitsipas, Murray y Ruud. El gran atractivo será la posibilidad de que el suizo y el manacorí se junten en dobles como ya hicieran en la edición de 2017 en Praga.

Jugaré más tenis en el futuro, por supuesto, pero no será en Grand Slams ni en el circuito ATP. Esta es una decisión agridulce, porque echaré de menos todo lo que el circuito me ha dado”, confesaba.

Es el momento de terminar mi carrera competitiva

“Como sabéis muchos de vosotros, en los últimos tres años se me han presentado muchos retos por lesiones y cirugías”, empezaba explicando. Y es que, hasta en tres ocasiones, tuvo que pasar por quirófano su rodilla derecha. Una grave lesión que, en los últimos años, no le ha permitido competir a su nivel, y le ha obligado a cambiar las pistas por largos procesos de rehabilitación.

“He trabajado duro para volver a la mejor forma competitiva, pero también conozco las capacidades de mi cuerpo y mis límites y es el mensaje que mi cuerpo me ha dado”, añadía.

Su deseo era retirarse en el ATP 500 de Basilea, su ciudad natal, que se disputaría del 24 al 30 de octubre. Pero, su cuerpo le ha dicho basta. Las recaídas y el inexorable paso del tiempo le han llevado a tomar una decisión: “Y ahora, debo reconocer cuando es el momento de terminar mi carrera competitiva”.

Al tenis: te amo y nunca te dejaré

Para el tenis solo tiene palabras de agradecimiento: “El tenis me ha tratado más generosamente de lo que nunca hubiera soñado”. Y no se olvida de su familia, “sin los cuales nada hubiera sido posible”; ex entrenadores, “que siempre me llevaron en la dirección correcta”; equipo, “que me han dado los mejores consejos y siempre han estado ahí para mí”; patrocinadores, “quienes en verdad fueron como socios para mí”; y equipos y torneos de la ATP, “quienes constantemente nos recibieron con amabilidad y hospitalidad”.

Añade, “lo mejor que me llevo ha sido toda la gente que me he encontrado por el camino. Amigos, rivales y los fans que me ha dado el deporte en esta vida”. Se acuerda de sus competidores, con quienes desde la pasión y el respeto consiguieron llevar “el tenis a nuevos niveles”. Y, por supuesto, de sus fans, a quienes brinda un agradecimiento especial, ya que sin ellos “esos éxitos se habrían sentido vacíos, en lugar de llenos de alegría y energía”.

“Al tenis: te amo y nunca te dejaré”, firma la carta un joven recogepelotas suizo que siempre amó el tenis. Un talento especial que, a base de trabajo y confianza, empezó a soñar, alcanzó sus sueños y nos hizo soñar con él.

Un palmarés de leyenda

“Tengo 41 años. He jugado más de 1.500 partidos en 24 años”, escribía el tenista helvético. Lo cierto es que desde que en 1998 diese el salto al tenis profesional ha jugado 1.526 partidos, con un parcial de 1.251 victorias y 275 derrotas.

A sus 41 años, se retira habiendo conquistado 20 Grand Slams. Entre ellos, ocho Wimbledon, su gran torneo fetiche. Y es que nadie ha sido capaz de ganar más allí que él. Precisamente, en Wimbledon fue su último partido, el 7 de julio de 2021, donde cayó en cuartos ante el polaco Hubert Hurkack por 6-3, 7-6 y 6-0.

Roger Federer besando uno de los ocho trofeos de Wimbledon que atesora. Fuente: @Tiempodetenis1

Además, suma seis Open de Australia, cinco US Open y un Roland Garros. Un total de 103 trofeos, entre los que se encuentran 28 Masters 1.000, 6 ATP Finals, la Copa Davis de 2014 y el oro olímpico de 2008 en Pekín en dobles con Suiza. También alcanzó la plata olímpica en individuales en 2012 y fue nombrado hasta en cinco ocasiones Mejor Deportista del Año.

Números verdaderamente estratosféricos del que se marcha como el jugador que más victorias posee en Grand Slam (369). “Me fue dado un talento especial para jugar al tenis, y lo hice en un nivel que nunca imaginé, por mucho más tiempo de lo que jamás pensé posible”, dice un genio que se despide siendo el número uno más longevo con 36 años y 10 meses, un puesto que llegó a ocupar 310 semanas.

El mundo del deporte se rinde ante Federer

Son muchos los que no han querido perder la oportunidad de dedicar palabras de agradecimiento y admiración a esta leyenda viva del tenis mundial. Grandes deportistas como Fernando Alonso, Pau Gasol, Messi o Maradona, entre muchos otros, se han desecho en elogios ante quien consideran un modelo de inspiración y un ejemplo a seguir.

Las reacciones en el mundo de la raqueta tampoco tardaron en llegar.  Gabriela Sabatini, Coco Gauff, Kyrgios, Wawrinka, Tsitsipas, Carlos Alcaraz, David Ferrer o Del Potro fueron algunos de los que le expresaron reconocimiento a través de sus redes.

El emotivo mensaje de Rafa Nadal

Pero, sin duda, las palabras más esperadas y más emotivas fueron las escritas por Rafael Nadal. “Querido Roger, mi amigo y rival”, empezaba escribiendo el manacorí unas líneas en las que, una vez más, iba a quedar demostrado el profundo respeto y admiración que ambos se profesan. “Desearía que este día nunca hubiera llegado. Es un día triste para mí personalmente y para los deportes de todo el mundo”, confesaba el balear.

“Ha sido un placer, pero también un honor y un privilegio compartir todos estos años contigo, viviendo tantos momentos increíbles dentro y fuera de la cancha”, continuaba. Aunque lo cierto es que el honor y el privilegio ha sido el nuestro. 40 han sido los enfrentamientos entre ambos con 24 victorias para Rafa y 16 para Roger.

Pero, más allá de las cifras, en nuestra memoria siempre quedará el admirable pulso que mantuvieron por alcanzar la cima del tenis mundial. La técnica y la clase frente a la fuerza y la mentalidad. Una rivalidad histórica y ejemplar que ha marcado una época dorada del tenis. Que nos deja para el recuerdo vibrantes partidos como aquella final de Wimbledon de 2008 (4 horas y 49 minutos), que fue bautizada como el partido del siglo.

Abrazo de Roger Federer y Rafa Nadal durante la Laver Cup de Praga en 2017. Fuente: Lavercup.com

Tendremos muchos más momentos para compartir juntos en el futuro, todavía hay muchas cosas que hacer juntos, lo sabemos. Por ahora, realmente te deseo toda la felicidad con tu esposa, Mirka, tus hijos, tu familia y disfruta lo que te espera. Te veré en Londres, en la Laver Cup”, concluía.

¡Gracias, Roger Federer!

“Me considero una de las personas más afortunadas en la Tierra”, expresaba Roger. Y afortunados es como deberíamos sentirnos aquellos que un día podremos decir “yo vi jugar a Roger Federer”. Una fuente de inspiración para los jóvenes y un ejemplo a seguir dentro y fuera de las pistas. Humilde en las victorias y enorme en las derrotas. De los más técnicos que se recuerdan, y elegante y virtuoso como nadie. Un estilo único e inigualable que marcó una época. Su derecha y su revés a una mano. Su sutileza, armonía y pasmosa tranquilidad. Sin aparente esfuerzo, golpeando desde el silencio con la mayor clase y finura. Es el legado que deja el genio, maestro y leyenda del deporte mundial.

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