Wimbledon 2019 ha cumplido con creces las expectativas, ha hecho honor a su nombre. Y es que el de este año ha sido un “gran Grand Slam”. Las pistas del All England Club de Londres han estado en el foco de todo el mundo del tenis. Incluso en España –territorio fiel al color rojizo de la tierra batida–, se ha podido seguir una cobertura completísima del torneo a cargo de Movistar. Harían falta muchos artículos para hacer una crónica exhaustiva del “major”, pero aquí me quedo con tres de los grandes momentos del Wimbledon 2019:

1º ¿El nuevo “partido del siglo”? La súper final Djokovic-Federer

Y el pasado domingo llegó la mejor final que se puede ver en hierba actualmente. Le pese a quien le pese, y por mucho que queramos a nuestro Rafa Nadal, la pista central de Wimbledon contempló una súper final entre los dos mayores astros de esta superficie en activo: Novak Djokovic y Roger Federer.

En los prolegómenos del torneo y con ocasión de las semifinales, hemos podido ver numerosas referencias al llamado “partido del siglo”. Y es que esa final de 2008 entre Nadal y Federer, que se acabaría llevando el de Manacor, adquirió unos tintes épicos (6-4, 6-4, 6-7, 6-7 y 9-7) que le hicieron ganarse ese título o incluso el calificativo del “mejor partido de la historia”. No sé si el partido del domingo le robará ese título o si será el “partido de la segunda década del siglo”… Pero, sin ninguna duda, será un auténtico partidazo que quedará para siempre en los anales del tenis.

Djokovic y Federer protagonizaron un partido de altísimo nivel durante las casi 5 horas que duró el encuentro. Basta con ver el marcador: 7-6, 1-6, 7-6, 4-6 y 13-12, a favor de Djokovic. Solamente un segundo set en el que el serbio se dejó llevar (6-1) deslució por un momento el choque. El resto del partido, tanto uno como otro mostraron un nivel altísimo, como así lo avalaban los 12 títulos que hasta el momento habían levantado en Londres entre los dos.

Si tenemos en cuenta el rendimiento mantenido durante todo el partido, probablemente Federer mereció llevarse el título, pero en los momentos clave Djokovic fue superior. Y es que el número uno del mundo se sobrepuso a varias bolas de partido, en el entorno hostil de la Catedral, volcada con Roger y, de hecho, los tres sets que se anotó fueron en el tie-break –incluido el histórico tie-break en el quinto set de la final de Wimbledon, tras alcanzarse el 12-12–. Djokovic tuvo incluso que preguntar por la nueva regla al juez de silla. Pero para no conocerla, desde luego, la ejecutó a la perfección.

Novak terminó, literalmente, comiéndose la hierba del All England Club. Se impuso en un impecable desempate final, levantando su sexto Wimbledon y arrebatándole así por tercera vez el título a Roger. Djokovic ya suma 16 Grand Slam y vuelve a meter presión en la carrera por ser el mejor tenista de la historia a Nadal (18) y Federer (20).

Fuente: marca.com

2º La irrupción de Cori Gauff

A sus 15 años, Cori Gauff (‘Coco’ Gauff, según le gusta que le llamen) ha sido, sin duda, el gran fenómeno de las primeras semanas del torneo británico y, probablemente, de todo el cuadro femenino. Quizás algunos expertos del circuito ya la conocerían –pues hace apenas un mes ganó la edición junior de Roland Garros– pero a nivel absoluto y para el espectador de a pie, como el que escribe este artículo, nos era totalmente desconocida.

Día tras día machacaba récord tras récord. Con la quincena recién cumplida en marzo, fue la tenista más joven en pasar la fase previa de Wimbledon. ¿Y quién le estaba esperando en la primera ronda? Venus Williams. Un mito del tenis femenino con 7 Grand Slam a sus espaldas. La contrastada veteranía (39 años) frente a una osada juventud (15 años). Más del doble de años. Y es que cuando la mayor de las Williams ganaba sus primeros major, a Cori todavía le faltaban casi 4 años para nacer. ¿Se les ocurre una mejor definición de “choque generacional”? Y sí, venció Cori por un doble 6-4.

Fuente: @Coco_Gauff

Pero todavía no había terminado aquí la trayectoria de Gauff. En segunda ronda eliminaría, con relativa solvencia, a la eslovaca Magdalena Rybarikova. Y en tercera ronda, en toda una lección de madurez tenística, en la que tuvo que levantar un 6-3, 5-3 en contra, batiría a la eslovena Polona Hercog. Solamente la rumana Simona Halep, que a la postre se coronaría campeona del torneo, pudo doblegar al fenómeno Cori Gauff.

Llegados a este punto, cabe preguntarse lo de siempre con casos de talentos tan precoces: ¿se nace o se hace? Desde luego los genes habrán ayudado a Cori, ya que sus padres fueron deportistas de élite. Pero no creo que con eso sea suficiente. Aunque yo no sea un experto en tenis puedo decir que se le ve un poderío físico, un repertorio de golpes y, sobre todo, una madurez en pista propia de jugadores profesionales con mucha más experiencia a sus espaldas. La adecuada combinación entre una buena educación, un gran entrenador y sus cualidades innatas nos permiten disfrutar de una tenista única. Es difícil decir cuál será su techo. De momento McEnroe ya la ha colocado como número 1 antes de los 20 años. Y, sinceramente, no parece una apuesta muy arriesgada. El huracán Gauff ha llegado para quedarse.

3º Nadal – Kyrgios  

En general todo el torneo de nuestro Rafa Nadal es digno de alabanza, como también lo es el de Roberto Bautista. Pero, más allá de eso, estoy bastante seguro de que uno de los momentos de mayor share fue el partido de segunda ronda entre Rafa Nadal y Nick Kyrgios, tan talentoso como maleducado y polémico.

El partido se preparaba calentito. Y es que Kyrgios ya había sido descalificado este año del Masters 1000 de Roma, había tenido una sonada rajada contra Roland Garros al decir que “es una mierda comparado con este lugar (referido a Wimbledon)” y, además, ya había tenido sus más y sus menos con Rafa, sobre todo tras el torneo de Acapulco de este febrero (tras caer eliminado ante Kyrgios, el balear le acusó de “faltar al respeto al público, al rival y a sí mismo”). Por si había poco morbo, Kyrgios también eliminó a Nadal en Wimbledon 2014. De hecho, llegaban al head to head con un 3-3 en el marcador. Y el partido no decepcionó. Ni en cuanto a nivel tenístico ni en cuanto a show.

Nadal comenzó llevándose el primer set con relativa comodidad (6-3) y Kyrgios apenas compareció para hacer un ace con saque de cuchara… Pero el australiano empezó a jugar mejor y mejor y a molestar más y más a Nadal (incluido un pelotazo al cuerpo sin ni siquiera pedir disculpas, como mandan los cánones). Y el plan de Kyrgios funcionaba. El australiano se crecía y demostraba que su juego es muy superior al puesto 43º de la ATP que defendía, hasta anotarse el segundo set por 6-3. Viendo el partido tuve incluso la sensación de notar por primera vez a Rafa desquiciado, un jugador extraordinario con una mente más portentosa que su bíceps izquierdo.

El español celebraba cada punto como si fuera un match ball de una final de Grand Slam. Pero probablemente sin esa motivación extra, impropia de un partido de segunda ronda, no habría podido domar a Kyrgios (7-6 y 7-6 en el tercer y cuarto set tras 3 horas de juego). Finalmente, victoria para Nadal, que avanzaba a tercera ronda. Kyrgios seguiría siendo noticia por salir de fiesta tras la derrota y por las reacciones al polémico bolazo sin pedir perdón. De Rafa, sin embargo, se habló por alcanzar unas grandes semifinales ante Roger Federer.

Fuente: cadenaser.com

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