Seguramente todos hemos escuchado el nombre de Britney Spears, cantante estadounidense conocida mundialmente por éxitos como ‘Toxic’, ‘Oops!…I Did It Again’, o ‘…Baby One More Time’. Sin embargo, lo que muchos desconocen es su historia personal, llena de dificultades que perduran hasta el día de hoy. La ‘princesa del pop’ se encuentra actualmente bajo la curatela de tutores legales desde 2008, año en el que sufrió una crisis de salud mental. Según sus dedicados fans, Britney necesita nuestra ayuda ahora.

¿Qué es una curatela? En Estados Unidos, este concepto legal permite que un juez otorgue a un tutor (o múltiples ‘guardianes’) el control total sobre las finanzas de un individuo si esa persona es física o mentalmente incapaz de administrarlas por su cuenta. Desde el colapso público de Britney en 2008, la estrella del pop ha estado bajo este tipo de tutela, pasando todo el control de la carrera, finanzas y decisiones de la estrella a manos de su padre, Jamie Spears. Para evitar repercusiones legales, Britney se ve obligada a seguir estrictas regulaciones. No se le permiten actividades como gastar dinero sin el conocimiento de su padre o contratar a un abogado personal. Además, apenas puede realizar acciones cotidianas, como conducir, ir de compras, comprar una bebida, pagar facturas o incluso casarse. Ante esto, los fans se preguntan si es realmente algo necesario o si se trata de un abuso de poder y violación de los derechos humanos.

El movimiento #FreeBritney ha construido una gran comunidad en línea, ha protestado fuera de los tribunales y ha llamado la atención sobre la batalla de la tutela de Britney Spears con su padre, Jamie Spears. Esta campaña surgió a mediados de 2009 y ha sido reanudada el año pasado, después de que Britney se registrase durante un mes en un centro de salud mental por una inestabilidad emocional causada por la enfermedad de su padre. Una sólida base de seguidores y celebridades, como Miley Cyrus, intentan liberar a la artista de las intensas reglas con las que ha tenido que lidiar durante casi 12 años, durante los cuales la estrella ha lanzado varios álbumes que encabezan las listas, ha realizado varias giras y ha ganado millones de dólares. Con una próxima audiencia judicial que podría determinar el futuro de Britney a la vuelta de la esquina, haremos un breve repaso sobre algunos de los factores clave en su vida para entender el surgimiento de esta lucha. 

 

2006-2007: Divorcio, pérdida de la custodia y salud mental

 

En el año 2006, los problemas personales de Britney se hicieron evidentes para el público. Fue fotografiada luciendo demacrada mientras salía de fiesta con Paris Hilton y Lindsey Lohan, conocidas por el uso de drogas y el consumo excesivo de alcohol en ese momento. En ese mismo año tuvo lugar el divorcio con el bailarín Kevin Federline y la posterior pérdida de custodia de sus dos hijos.

El siguiente incidente impactante ocurrió en febrero de 2007, cuando huyó de rehabilitación en California y apareció en la casa de su exmarido, exigiendo ver a sus hijos Sean y Jayden. Cuando Federline se negó, Britney se fue en busca de un salón de belleza para afeitarse la cabeza. Los paparazzi fotografiaron el despliegue de esta ‘rebelión’ y fue noticia mundial. Más tarde, se dirigió a un estudio de tatuajes y al salir atacó el coche de un paparazzi con un paraguas, hecho que causó bastante revuelo. Hubo muchos rumores sobre por qué Britney se afeitó la cabeza, entre ellos, que lo hizo para ocultar el uso de drogas por la prueba capilar ordenada por los tribunales para el caso de custodia de menores. 

Muchas personas consideran que las acciones de la cantante eran problemáticas. Sin embargo, si nos adentramos en su vida personal, podemos llegar a entender este tipo de comportamientos, ya que desde muy pequeña ha estado en el centro de la opinión pública y el espectáculo, con todo el estrés y falta de privacidad que eso conlleva. 

También en 2007, Britney Spears conoció a Sam Lufti y comenzaron a salir. Este hombre trabajó para Britney como su mánager, recibiendo el quince por ciento de sus ganancias. Su relación fue criticada desde el principio y lucharon abiertamente en público, rompiendo en 2008. En 2019, Jamie Spears llevó a Lufti a los tribunales en busca de una orden de restricción, afirmando que había drogado a su hija en 2008 y que le había impedido contactar con su familia, obteniendo el control completo sobre ella y su fortuna. En 2019, la familia Spears recibió una orden de restricción contra Lufti.

 

La curatela

 

Actualmente, Britney Spears ha perdido las riendas de su carrera y su vida. Desde su colapso público en 2008, la estrella del pop ha tenido que seguir un conjunto de regulaciones que cubren todo, desde cuánto dinero puede gastar hasta cuándo puede tomarse una bebida de Starbucks. Si la seguís en Instagram, probablemente hayáis visto publicaciones en las que desfila o baila, consideradas por la opinión pública como acciones ‘forzadas’. Algunos de los fanáticos de Spears creen que fue obligada a llegar a un acuerdo y afirman que está pidiendo ayuda a través de las redes sociales, aunque supuestamente no tiene acceso directo a estas. Estas son solo algunas de las restricciones con las que tiene que vivir día a día:

 

  • No puede ver a sus hijos. Después del incidente de 2008, Britney perdió la custodia de sus dos hijos, recibiendo su exmarido la custodia total. En 2019, este presentó una orden de restricción contra el padre de Britney, Jamie. El acuerdo significó, lamentablemente, que en la Navidad de 2019, Britney no pudo pasar las vacaciones con sus hijos, que ahora son adolescentes. A día de hoy, el padre de la celebridad recibe un salario como tutor del acuerdo legal, además de una parte de las ganancias de su hija.  

 

  • No se le permite conducir un coche, comprar comida sin permiso o ir a ningún restaurante sin supervisión. Además, todas las relaciones y visitas están dictadas por su tutela y, a juzgar por sus publicaciones en las redes sociales, Britney pasa bastante tiempo sola. En 2016, cuando colaboró ​​con Iggy Azalea, la rapera reveló que el equipo de Britney entró en su casa para rastrearla antes de poder ir a comer juntas. 

 

  • No puede casarse ni tener hijos. Tras su separación con Kevin Federline en 2006, la cantante se encuentra ahora en una relación con el modelo Sam Asghari. Desafortunadamente, si quieren casarse o tener hijos, necesitan el permiso legal de Jamie. 

 

  • No se le está permitido conceder entrevistas sin guion. Las entrevistas de Britney son pocas y distantes, y sus padres se aseguran de que se supervise su discurso público. 

 

  • Sus redes sociales son controladas. En abril publicó en su cuenta de Instagram: «No creas todo lo que lees y escuchas», pero sus fans no estaban convencidos. Parte de la tutela legal de la artista significa que sus redes sociales y el uso de su teléfono móvil pueden ser vigilados. Sus seguidores inundan los comentarios de cada nueva publicación, alegando que está siendo silenciada y enviando mensajes de apoyo. Así, el hashtag #FreeBritney se está extendiendo muy rápidamente por internet. Por ejemplo, en una publicación reciente, algunas personas animaron a Britney a usar amarillo en su próxima publicación si necesitaba buscar ayuda en secreto. En su siguiente post, llevaba puesta  una prenda amarilla. Una vez más, el hashtag se volvió viral.

 

Fuente: Instagram
Fuente: Instagram

 

  • No se le permite contratar a su propio abogado, pero debe seguir los consejos del equipo legal de su padre.

 

  • No tiene control sobre su dinero. Bajo sus restricciones, no tiene control sobre cómo se gastan sus ingresos ni acceso a cuentas bancarias. Todos los gastos deben documentarse para los tribunales.

 

  • No puede votar, pero la familia ahora debe comparecer ante un juez a principios de agosto, por lo que no se sabe si Britney podrá votar en las próximas elecciones. Relacionado con este tema, muchos usuarios han comparado la situación de la cantante con la de Kanye West. El resurgimiento del movimiento coincidió con el primer acto de campaña presidencial del rapero, lo que llevó a comparaciones y comentarios debido a la incoherencia de sus palabras durante el discurso electoral. West también fue puesto en espera psiquiátrica involuntaria en 2016 por «psicosis temporal», ya que vive con trastorno bipolar. La similitud entre el estado de salud mental de ambos y la diferencia en cuanto a la forma de vida ha causado especial revuelo.

 

Ante este masivo movimiento en las redes, surge la cuestión de que, si ella estuviera bien, lo habría aclarado explícitamente. Aunque, como ya mencionamos, no tiene acceso directo a sus redes sociales. 

Con una importante audiencia judicial que podría determinar el futuro de Britney en el horizonte, se desconoce hasta cuándo la artista podría seguir bajo la vigilancia de su tutor. Hasta entonces, el movimiento #FreeBritney continúa. 

 

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