Alejandra Quereda, la ex capitana del equipo nacional de gimnasia rítmica, se convirtió el año pasado en la seleccionadora individual más joven de España.

En este mes de Julio consiguió subir a su primera gimnasta al podio. La gimnasta Salma Solaun consiguió el bronce en cinta en el Primer Cto. del mundo de la categoría junior. A este campeonato acudieron Salma Solaun, Teresa Gororspe y Lucía González, además del conjunto.

Renunciar a la medicina por la rítmica

Alejandra ha cambiado las punteras por el papel de entrenadora. La operación de una lesión de cadera, producida antes de sus últimos Juegos Olímpicos, puso fin a su carrera como deportista de élite y una llamada le cambió la vida. Le convirtió en la seleccionadora nacional individual más joven de España.

La deportista ha tenido que renunciar a muchas cosas. A su vida social, a vivir en su ciudad, al tiempo con sus amigas y a estar cerca de su familia. Alejandra tuvo que compaginar 8 horas diarias de entrenamiento con la carrera de medicina, por eso, tras todo ese esfuerzo de años y años, la decisión de abandonar el MIR fue difícil. “Aposté por entrar, pero con la idea de mejorar y de luchar. La situación era complicada y había que empezar cuanto antes”. Dijo Quereda al tomar la decisión para una entrevista en «El País».

Aunque ya no tiene que compaginar la vida de estudiante con la de deportista de élite, su trabajo tampoco es sencillo. Asiste a campeonatos para detectar talentos, controla el desarrollo de sus gimnastas y decide quién va a cada competición. El trabajo al que se ha estado enfrentando este último año es más importante e igual de sacrificado que el anterior, de ella dependen muchas gimnastas y entrenadoras. A esto se enfrenta sola, es un trabajo que requiere dedicación y aunque tenga apoyos la seleccionadora es solo ella.

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