20 de diciembre de 1973, 9:30 horas. Madrid despierta con la noticia del asesinato de la mano derecha de la dictadura, Luis Carrero Blanco
¿Quién era y que ocurrió con Carrero Blanco?
Luis Carrero Blanco, nacido en 1903. Fue instruido dentro de la Armada española, titulado como almirante y ocupando varios cargos importantes dentro de esta rama de la milicia. Posteriormente entró dentro de la política española y desempeñó un papel excelso dentro del régimen franquista.
En 1973, Carrero Blanco fue nombrado como presidente del Gobierno de España, nombrado por Francisco Franco, convirtiéndose en ese momento en el hombre más poderoso de España. Ese mismo año, pero en el mes de diciembre, en la Calle Claudio Coello de Madrid a las 9:30 horas de la mañana, tras salir de la iglesia que frecuentaba, Luis Carrero Blanco subió al coche junto con José Luis Pérez Mogena, su conductor, y Juan Pérez Caballero, el escolta personal de Carrero Blanco.
La bomba colocada por ETA bajo la calle fue activada de forma remota. La potente explosión resultante lanzó el coche de Carrero Blanco por los aires, causando su muerte instantánea. El vehículo aterrizó en el tejado de un edificio cercano.
¿Qué podemos ver en el libro (sin spoilers)?
Manuel Cerdán se adentra en el sumario del asesinato de Carrero Blanco de una manera tan profunda que nos hace volver a los últimos años de vida del dictador, Francisco Franco. «Nadie quiso esclarecer adecuadamente el atentado porque interesó a todos. Alguien dejó hacer y alguien tapó lo que dejaron hacer. Nadie investigó, ni siquiera los propios colaboradores de Carrero Blanco en su servicio secreto, el SECED, y no digamos su sucesor, Arias Navarro. Y después, con la amnistía, se olvidó todo. Por eso lo llamo el caso maldito» dijo el periodista especializado en investigación.
El señor Cerdán habló también sobre las dudas que sobrevuelan al caso, como los autores y coautores del asesinato.
«Estados Unidos no pone el explosivo, lo pone ETA. Los norteamericanos simplemente se beneficiaron de al acción. La escasa sintonía entre EEUU y Carrero se evidencia en documentos desclasificados por el Gobierno americano […]. Estados Unidos promovió derrocar a Salvador Allende y colocar a un personaje fascista y nada demócrata como Augusto Pinochet. En España también movieron sus hilos, en este caso para encuadrar al país en la OTAN y la UE, amén de salvaguardar sus intereses comerciales y estratégicos en plena Guerra Fría.»
Además de ampliar las dudas sobre el magnicidio, Manuel Cerdán, descubrió la participación de un personaje clave en el preparativo de lo que primero iba a ser el secuestro, abortado porque ETA no se encontró en condiciones de llevarlo a cabo, y luego el asesinato de Carrero Blanco. Se trata de Iñaki Ugalde Aguirresarobe, alias Kaskazuri [pelirrojo]. El es el tercer hombre que hace de puente entre Wilson y Argala, los emisarios de ETA que llegan a Madrid a finales de 1972 con la intención hacer algo gordo.
El autor también se ha pronunciado ante la pregunta de, ¿porqué Carrero Blanco y no Francisco Franco?
«Yo creo que simplemente porque matar a Carrero era más fácil que a Franco. Para hacer el libro he recuperado documentación de la banda, ejemplares de revistas que se editaban en Francia como Zutik… y tenían interés contra el almirante. Los miembros de ETA no son yihadistas, los primeros ni se inmolan con un chaleco con explosivos ni ponen una bomba sin un plan de fuga. La primera intención de la banda fue secuestrarlo en la iglesia de los Jesuitas de la calle Serrano para canjearlo por presos suyos.»
Unas palabras que podemos recoger tras la lectura completa del libro comentado, «Carrero. 50 años del magnicidio maldito», ETA mató al sustituto de Franco y posteriormente quiso matar al entonces príncipe Juan Carlos, pero no lo lograron. El magnicidio contra Carrero sigue la estela de otros asesinatos de primeros ministros españoles como Prim, Canalejas, Dato y Cánovas, ya que ETA pareció seguir la teoría anarquista de la propaganda por el hecho.
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