Vegano, vegetariano, producto apto para veganos… son palabras que escuchamos a diario en televisión, en el mercado mientras compramos, cuando vamos a cenar a un restaurante o sencillamente en una charla entre amigos. Pero ¿sabemos exactamente en qué consiste ser vegano o vegetariano, qué productos son aptos para estas personas y los motivos que les mueven a hacerlo?

La Real Academia de la Lengua Española define el veganismo como una actitud que consiste en rechazar alimentos o artículos de consumo de origen animal. Gran parte de la población tiene la mala costumbre de asimilar el veganismo a la restricción de alimentarse en base a productos de origen animal y, por lo tanto, hacerlo exclusivamente de vegetales. Esta teoría es errónea, ya que este estilo de vida va mucho más allá. Una persona vegana jamás empleará productos de limpieza o cosméticos que o bien en sus fórmulas contengan algún elemento procedente de los animales, o que hayan sido testados en estos. Este último punto es lo que se conoce como productos cruelty free (libres de crueldad en español), es decir, los que no suponen ningún tipo de riesgo en su proceso de elaboración para los animales. Para poder asegurarnos de qué marcas cumplen estas premisas existen páginas web como PETA que nos indica si una marca en concreto cumple o no estas premisas.

Por otro lado, el vegetarianismo es definido como un régimen alimenticio basado principalmente en el consumo de productos de tipo vegetal, pero, que a su vez, admite el uso de productos del animal vivo, como podrían ser los huevos, la leche o el queso. Respecto a este existe un aspecto controvertido que es la existencia de una dieta denominada como pescetariana. El pescetarianismo consiste en no solo admitir el consumo de alimentos provenientes de animales vivos, sino también el de pescado. La polémica de este reside en que muchas de las personas vegetarianas lo consideran contrario a los motivos que les hacen eliminar las carnes de su vida, que esencialmente, es el sufrimiento que los animales experimentan durante su muerte y si se lleva a cabo este tipo de dieta es como si a los peces no se les considerara animales.

En una encuesta realizada por este medio a 31 personas con edades comprendidas entre los 14 y los 40 años, se ha podido determinar que el 58,1% de los encuestados es vegetariano, frente a un 41,9% que mantienen un estilo de vida vegano. De las 18 personas que dijeron ser vegetarianas, 14 se han planteado o están en proceso de comenzar un estilo de vida vegano. Por otra parte, la mayoría de ellas están de acuerdo en que, dependiendo del tipo de alimento que se vaya a consumir, este será o no más caro. De esta forma si lo que se quiere es tomar un plato en el que se integren por ejemplo unas salchichas aptas para este tipo de alimentación, estas sí que serán más caras, ya que los procesados se encuentran a un precio superior que sus equivalentes no vegetarianos, entre otras cosas porque su oferta es menor, mientras que si este se compone de hortalizas, legumbres o frutas, es posible que incluso resulte más económico. Además, también se quejan de la poca oferta de restaurantes con opción vegana y vegetariana en su menú e incluso llegan añadir que en ocasiones en establecimientos que dicen tener en su carta platos específicos para estas personas se incluyen elementos como atún o en el caso de los veganos, queso, por lo que ese plato deja de cubrir estas necesidades.

Otro de los puntos básicos a tratar es si en algún momento habían sufrido críticas por estos tipos de alimentación, y los resultados han sido abrumadores: un 93,5% habían sido criticados frente a un 6,5% que no se había topado con ese problema. Una de las críticas más comunes que suelen recibir las personas que toman esta decisión es que no es lo suficientemente saludable para su organismo y pueden tener déficits de vitaminas porque su dieta no está lo suficientemente completa que una con productos de origen animal. Respecto a esto la mayoría respondió que sí es cierto que deben tomar suplementos de vitamina B12. Esta lo que hace es favorecer a la creación de glóbulos rojos, lo que evita la anemia, y al buen funcionamiento del sistema nervioso central. Puesto que esta se encuentra en los productos de tipo animal y el cuerpo humano no es capaz de producirla por sí solo, este es el motivo por el que deben llevar a cabo el consumo de estos suplementos. Aun así todos han referido que no han tenido problemas de salud por este estilo de vida y algunos de ellos se realizan periódicamente chequeos médicos para asegurarse que sus niveles son normales y no tienen deficiencias de ningún tipo, cosa que debería realizar cualquier persona, tanto veganos o vegetarianos como personas que no lo sean, en cualquier momento.

Para finalizar, a la pregunta de qué se puede hacer para normalizar estos estilos de vida la mayoría están de acuerdo en que se debería visibilizar más a través de los medios de comunicación y también desprejuiciarlos, puesto que han llegado a apuntar que incluso en ocasiones estos mismos lo que hacen es criticar tanto el veganismo como el vegetarianismo. A que se visibilicen están contribuyendo youtubers como Celia Castle, Irene Rain o Carlota Bruna en los que muestran tanto retos en los que muestran  problemas que sufren tanto veganos como vegetarianos en su día a día con vídeos como 24 horas siendo vegana o una semana comiendo productos veganos, como recetas para veganos y vegetarianos o intentan enseñar el maltrato que sufren algunos animales en ciertas granjas.

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Un comentario en «El veganismo y el vegetarianismo: más que dietas, estilos de vida»

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