Las Bratz aparecieron en el mercado en el 2001 y supusieron una revolución en la industria del juguete, ya que rompieron con la hegemonía de las Barbie para presentar unas muñecas apasionadas por la moda con un estilo más urbano. Así, durante varios años las Bratz ocuparon el trono de la muñeca preferida por los niños y niñas dejando a las Barbie en segundo plano. Sin embargo, su aparición también trajo el malestar entre algunos padres al considerar que las Bratz eran unas muñecas altamente sexualizadas. Ahora, la generación que vivió su surgimiento las ha vuelto a poner en auge como insignia de la modernidad.

Los rasgos fundamentales que caracterizan a las Bratz, tal como analiza Sarah Becker en un artículo para la revista Media, Culture & Society basándose en las películas de dichas muñecas, es que son un grupo de cuatro amigas racialmente diverso donde todas comparten la pasión por la moda, aunque cada una tiene su propio estilo. De este modo, deben de superar diferentes obstáculos para preservar la Bratz Magazine ante las artimañas de su archienemiga Burdine, la directora de la revista de la competencia que encarna el prototipo de mujer blanca de media edad defensora de la moda clásica.

Se las considera un símbolo de valores feministas como la sororidad, la independencia frente al patriarcado, la libertad para expresarse como mujeres o la lucha colectiva contra los viejos cánones

Ante la representación de estas muñecas y sus implicaciones hay diversas opiniones. La más actual, y la que muchos podemos ver en las redes sociales hoy en día, es la concepción de las Bratz como emblema de la modernidad. Se las considera un símbolo de valores feministas como la sororidad, la independencia frente al patriarcado, la libertad para expresarse como mujeres o la lucha colectiva contra los viejos cánones.

En las ficciones de las Bratz siempre está muy presente la reivindicación de la lucha colectiva, ya que siempre logran solucionar los problemas gracias a la participación de todas. Del mismo modo, también se aprecia una voluntad de empoderamiento de la mujer reivindicando que son independientes para hacer lo que quieran. Así, se crecen frente a las críticas de la gente, aspecto se hace evidente en el origen del su nombre. Bratz proviene del insulto en inglés brat, que significa mocosa, y del cual se apropian y lo adaptan añadiéndole una z para plasmar su propio poder y actitud ante las adversidades. También, aunque a todas les guste la moda, ponen de valor que las chicas pueden tener como hobbies actividades como el patinete o el fútbol, las cuales se ha relacionado tradicionalmente con el estereotipo de la masculinidad. Así, el hecho de que muchas veces tengan que enfrentarse a las reglas y las zancadillas de Burdine, muestra también un simbolismo que se puede relacionar con la batalla del feminismo por desmantelar las ideas conservadoras relacionadas con la mujer.

Imagen de la cuenta de Instagram @bratzdivass

Esta percepción de las Bratz como ejemplo de la mujer moderna e independiente, está muy presente en las redes sociales. Por ejemplo, en las publicaciones de la cuenta de Instagram @bratzdivass, con más de 570 mil seguidores, se pueden apreciar algunas de las ideas explicadas anteriormente. No obstante, también hay otras connotaciones añadidas a la imagen de esta muñeca, ya que se presenta como una mujer promiscúa que, lejos de esconderlo, lo reivindica como una seña de identidad en repulsión a los insultos tradicionalmente atribuidos a este tipo de mujeres. De la misma manera, se resalta el poder de la mujer para tomar sus propias decisiones y la superioridad del valor de la camaradería con sus amigas frente a las relaciones con los hombres, teniendo siempre como base las relaciones heterosexuales.

En las Bratz encontramos un tipo muy específico de feminidad, considerándolas un prototipo de mujer altamente sexualizada

Por otra parte, hay posiciones que cuestionan lo anteriormente desarrollado y defienden que dichos argumentos son fruto del postfeminismo o feminismo neoliberal que, tal y como explica Sarah Becker, defiende la libertad individual de las mujeres y el poder para transformarse y mejorar por si mismas, sin considerar las posibles desigualdades estructurales. De esta forma, se denuncia que las Bratz retratan una compleja visión del individualismo porque, aunque se muestra que siempre se apoyan entre ellas, no luchan por una sociedad mejor sino por ellas ser mejores. De modo similar, en las Bratz encontramos un tipo muy específico de feminidad, considerándolas un prototipo de mujer altamente sexualizada. Asimismo, aunque hay una variada representación racial en ningún momento se referencia ninguna de las situaciones de discriminación que sufren la mayoría de las mujeres racializadas. Otro elemento que se puede apreciar en las películas de las Brtaz es que siempre quieren estar a la moda y utilizan el consumismo como forma de expresión, siguiendo lo que el mercado establece y perpetuando lo que las corporaciones o productores consideran que es ser una mujer adolescente.

En definitiva, estas dos posiciones ante el significado de la representación de las Bratz es una clara muestra de dos corrientes de pensamiento que conviven en nuestra sociedad y que han influido a todas las niñas y niños que han crecido jugando con ellas. Así, me pregunto, son las Bratz un icono de la modernidad actual o solo una consecuencia más del feminismo neoliberal.

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