¡Buenos días, lectores! Desde Código Público nos hacemos eco de una noticia reciente que ha sido motivo de alegría para muchos: el redescubrimiento de un busto de bronce de Demetrio Poliorcetes.

La importancia de este hallazgo reside fundamentalmente en el hecho de que es uno de los escasísimos retratos de bronce de época helenística (323 a.C. — 30 a. C.) que han llegado hasta nosotros —ya que, a lo largo de la Historia, la mayoría de los bronces fueron fundidos principalmente para construir armamento— y cuya conservación es verdaderamente excepcional.

No se sabe a ciencia cierta el lugar de su descubrimiento, pero sí que primero formó parte de la colección privada de la reina Cristina de Suecia y llegó a España en el año 1725, pasando a formar parte de la colección privada de Felipe V en el Palacio de la Granja de San Ildefonso. Finalmente entraría en las colecciones del Museo Nacional del Prado alrededor del año 1830.

Este retrato de bronce de 45 centímetros formaba parte de una estatua monumental que medía tres metros y medio de altura. El personaje retratado se trata de Demetrio, uno de los personajes más notables de la época helenística.

Demetrio I de Macedonia

Tras la muerte del monarca macedonio Alejandro en el año 323 a. C. sus generales, los denominados Diádocos (διάδοχοι, literalmente, los sucesores), se repartieron el vasto imperio que Alejandro había obtenido durante la conquista de Asia. Así pues Antípatro recibió Macedonia y los territorios de Europa; Pérdicas continuó siendo quiliarca (χιλιάρχης), es decir, seguía cumpliendo funciones militares y administrativas sobre Asia; Ptolomeo se hizo con Egipto, fundando la famosa dinastía ptolomeica que finalizaría con la muerte de Cleopatra; Antígono el Tuerto recibió Anatolia occidental; Éumenes, Capadocia y Paflagonia; y Lisímaco, Tracia.

De los diádocos mencionados, el que más importancia tiene es Antígono el Tuerto, pues era el padre de Demetrio, el cual recibió el sobrenombre de Poliorcetes (πολιορκητής), que significa literalmente «asediador de ciudades» debido a su destreza para conquistar las ciudades enemigas.

Plutarco en Vida de Demetrio nos cuenta que tras la victoria de Demetrio en Chipre en el 306 a. C. frente a la flota de Ptolomeo «allí fue donde la multitud, por primera vez, aclamó a Antígono y a Demetrio como reyes. Antígono fue inmediatamente coronado por sus amigos (…) Los que estaban en Egipto, al conocer las noticias, proclamaron, a su vez, rey a Ptolomeo (…) Lisímaco empezó a llevar la diadema y también Seleuco».

Es importante recalcar el hecho de que sólo a partir de ese momento los diádocos empezaron a utilizar el título de reyes y vestir la diadema regia que sólo los monarcas macedonios podían emplear. Este hecho permitió a los restauradores fechar el busto de Demetrio en una fecha anterior al año 306 a. C. debido a la ausencia de la mencionada diadema.

Demetrio en el año 294 a. C. se apoderó de la polis de Atenas y fue proclamado rey de Macedonia por su ejército, iniciando así la dinastía Antigónida que vería su ocaso con la derrota de su último monarca, Perseo, frente al ejército romano comandado por Lucio Emilio Paulo en el año 168 a. C.

El proceso de restauración

Finalmente, os adjunto un vídeo publicado por el propio Museo del Prado en el que se explican las principales características del busto y las distintas fases de restauración a las cuales fue sometido:

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