El próximo martes, día 14 de mayo, el Festival de Cannes inaugurará su 72ª edición con la proyección de The Dead Don’t Die, el nuevo largometraje del realizador estadounidense Jim Jarmusch. Pedro Almodóvar, Quentin Tarantino, Terrence Malick o el propio Jarmusch, como cineastas ya consagrados y premiados por el festival, son los nombres que coparán los titulares de prensa; sin embargo, la selección de este año incluye también a seis cineastas que, con una trayectoria nada despreciable a sus espaldas, compiten por primera vez por la ansiada Palma de Oro. A pesar de sus diferencias—tres continentes, edades dispares, formas de entender el cine—todos se estrenan en la Sección Oficial del mejor festival del mundo; y, por tanto, independientemente de la fortuna que tengan sus propuestas, son ya el presente (y el futuro) del cine mundial. En Código Público, a cuatro días del inicio del festival, repasamos quiénes son y cuáles son las mejores opciones para acercarse a su obra previa.

1. Ira Sachs (Estados Unidos, 1965).

Con su séptimo largometraje, Ira Sachs consigue por fin estar en primera línea de un gran festival como Cannes. Nacido en Memphis y formado en Nueva York, este director y guionista siempre ha declarado—y ha demostrado en su cine—que su sensibilidad y su forma de narrar entroncan más con la tradición europea que con la maquinaria hollywoodiense. Little Men es un ejemplo imprescindible de la firma Sachs: el cine del «menos es más», en el que cada mínimo gesto y cada diálogo esconde una profundidad y una delicadeza al alcance de muy pocos.

En competición con: Frankie /  Para ponerse al día: Little Men

2. Diao Yinan (China, 1969).

En los últimos años, la presencia del cine chino en la Sección Oficial ha estado siempre vinculada al mismo nombre: Jia Zhangke. Eso no significa, sin embargo, que la inclusión de Diao Yinan en la lucha por la Palma de Oro haya sido una sorpresa. Primero, porque es un viejo conocido del festival, donde presentó Night Train (2007) en la sección Un certain regard. Y sobre todo, porque viene abalado por el Oso de Oro en Berlín que consiguió con su último largometraje, Black Coal, Thin Ice (2014). El dominio de la tensión y el pulso narrativo que demostró en este thriller garantiza que su paso por Cannes no dejará indiferente a nadie.

En competición con: The Wild Goose Lake /  Para ponerse al día: Black Coal, Thin Ice

3. Jessica Hausner (Austria, 1972)

Jessica Hausner es otra asidua al festival que ha conseguido, con su quinto largometraje, una plaza en la competición. Tres de los anteriores—Lovely Rita (2004), Hotel (2004) y Amour Fou (2014)—fueron incluidos por Cannes en la sección Un certain regard, sin fortuna en el palmarés en ninguno de los casos. Lourdes (2009), presentada en el Festival de Venecia, sí se hizo con el premio FIPRESCI, y en España ganó el Festival de Sevilla. Esta cinta es una buena introducción al cine de Hausner, muy en la línea de su compatriota Michael Haneke: sobrio, incómodo, impactante. Del que impacta y deja huella.

En competición con: Little Joe /  Para ponerse al día: Lourdes

4. Corneliu Porumboiu (Rumania, 1975)

Si el cine austriaco no destaca por su ligereza, lo mismo se puede achacar a la cinematografía rumana en los últimos años. Corneliu Porumboiu es, aunque no siempre ha seguido esa tendencia al drama social, uno de sus referentes más importantes. Pese a haberse alzado con la Caméra d’Or en 2006 por su opera prima 12:08 al este de Bucarest, no ha conseguido una plaza en competición hasta su séptimo largometraje. Para acercarse a su cine, El tesoro (2015) es una excelente oportunidad: sorprende como una comedia tan efectiva en su disección de la sociedad rumana como cualquier drama de su compatriota Mungiu.

En competición con: The Whistlers /  Para ponerse al día: El tesoro

5. Justine Triet (Francia, 1978)

Es siempre en las opciones patrias donde Cannes arriesga más a la hora de seleccionar los títulos de Oficial, y la apuesta por Triet es prueba de ello. Sibyl, una de las pocas comedias este año a competición, es tan sólo su tercer largometraje. Sin embargo, si la cineasta ha conseguido mantener la profundidad de La batalla de Solferino (2013) y la frescura de Victoria (2016), la apuesta estará más que justificada. Esta última, en especial, demuestra que Triet es ante todo una excelente creadora de personajes; que sabe dotarlos de matices para que la película trascienda más allá de la mera historia.

En competición con: Sibyl /  Para ponerse al día: Victoria

6. Céline Sciamma (Francia, 1980)

La inclusión de Triet parece una apuesta más arriesgada, pero la de su compatriota Céline Sciamma supone saldar una deuda pendiente con una de las mejores cineastas actuales. Con tres largometrajes a sus espaldas, Sciamma ha demostrado que merece esta plaza en competición más que nadie. Todas sus películas son excelentes, pero Tomboy (2011) es quizás la mejor opción para ver de lo que es capaz: la directora aborda un tema muy espinoso—la transexualidad infantil—desde una sutileza y una precisión poco comunes en otras cintas similares. En pocos días, descubriremos si su incursión en el drama histórico con Portrait de la jeune fille en feu está a la altura de las expectativas.

En competición con: Portrait de la jeune fille en feu /  Para ponerse al día: Tomboy

 

[Nota: El artículo no incluye a otros dos cineastas que compiten por primera vez en Sección Oficial (Mati Diop con Atlantiques y Ladj Ly con Les miserables), al no contar con una obra previa en el largometraje de ficción.]

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