La fuerte amistad entre el director, guionista y productor Martin Scorsese y la escritora y columnista neoyorkina Fran Lebowitz, hace que tras una década vuelvan a trabajar de la mano en la docuserie de Netflix titulada ‘Supongamos que Nueva York es una ciudad’, estrenada el 8 de enero de 2021.

Lebowitz ya fue la estrella de ‘Public Speaking’, un documental que Scorsese estrenó en 2010 en HBO. Esta producción contaba con declaraciones, monólogos y opiniones de la escritora, además de conversaciones con el cineasta.

Una carta de amor y odio

En la obra recientemente estrenada escuchamos a Fran Lebowitz hablar sobre una Nueva York de los años 70 que ya no existe. La columnista invita a conocer la vida urbana en esta ciudad desde un tono satírico y rápido. En ocasiones contesta a preguntas formuladas por Scorsese, quien no puede parar de reír con las respuestas de la escritora.

El primer capítulo nos ofrece una introducción a las negruras de la Gran Manzana. A lo largo de este «prólogo» Fran Lebowitz menciona aspectos como el estridente ruido, la gente que deambula por sus calles y sus costes, tanto económicos, como personales.

Cada uno de los siguientes seis episodios de esta miniserie gira en torno a una temática específica. En cada uno de ellos la escritora entremezcla su vida, experiencias y visión personal. Entre los temas más recurrentes, escucharemos a Lebowitz reflexionando sobre la cultura y los misteriosos talentos que se esconden en la Ciudad que Nunca Duerme. También nos ofrece una visión a cerca de el transporte público y sus olores, lo rápido que vuela el dinero, sus librerías y bibliotecas.

Sorprendiendo a sus creadores, la serie ha ganado audiencia y popularidad en el catálogo de Netflix desde su estreno a principios de este año. En los diarios internacionales, y especialmente en los neoyorkinos se habla de ella en las secciones de ocio y cultura. Los espectadores han desarrollado curiosidad en torno a la figura de Fran Lebowitz y sus comentarios sociales, quien para muchos era desconocida.

Además, la buena recepción de la obra se debe en gran parte a su formato. La serie se compone de siete capítulos en los que, a través del rápido, inteligente y humorístico discurso de la columnista, y sobre todo por su gran personalidad, mantiene a la audiencia entretenida y con ganas de escuchar más “perlas” sobre las diferentes caras de la ciudad de Nueva York.

Lebowitz y Scorsese en "Supongamos que Nueva York es una ciudad"
Lebowitz y Scorsese en ‘Supongamos que Nueva York es una ciudad’

Por otra parte, debemos destacar la figura del director Scorsese. El cineasta intercala las declaraciones de Lebowitz con deslumbrantes imágenes de archivo de Nueva York. Estas secuencias hacen referencia a los temas tratados, actuando como una herramienta para reforzar y contextualizar las declaraciones de la opinadora.

Ante la sátira e ingenio que predomina en el documental, ambas personalidades hacen ver su cariño y amor hacia la Gran Manzana con todo lo bueno y lo no tan bueno de sus calles.

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