Fernando Alonso continúa agrandando su leyenda. En el Gran Premio de Yeda de 2023 el piloto asturiano alcanzó su podio número cien, no sin antes pasar por unas horas de incertidumbre, debido a la lentitud de los comisarios para tomar decisiones. Un posible incumplimiento de la penalización impuesta al comienzo de la carrera le pudo hacer perder el podio. Pero a Alonso no le importaba, ya se había bañado en champán. 

Aston Martin volvió a demostrar en Arabia Saudí que lo sucedido en Bahréin no era para nada un espejismo. Pese arrancar el fin de semana con dudas, el coche respondió con buenos resultados. Alonso cerró el viernes en tercer lugar durante los primeros entrenamientos, situándose tan solo por detrás de los dos Red Bull. Algo ya lógico en estas dos primeras citas. Cerraba el top cuatro su compañero de equipo, Lance Stroll. En la segunda sesión el asturiano mejoró lo suficiente para colarse entre Verstappen y Checo Pérez y con su compañero en séptimo lugar. El fin de semana prometía y mucho.

En la última tanda previa a la clasificación, Alonso no pudo volver a batir a los Red Bull, conformándose con ser el primero del resto, es decir, tercero. Mientras tanto, desde Ferrari mantenían un perfil bajo, sin ofrecer muchos sobresaltos, pero dejando la sensación de que podían hacerlo mejor. En clasificación, su ritmo a una vuelta mejoró y Leclerc obtuvo un segundo lugar que de nada le iba a servir, ya que debía penalizar por haber hecho ya uso de sus dos baterías de la temporada. Esto permitió al asturiano salir en primera línea, frente a un Verstappen que no tuvo oportunidad de pasar a Q3.

Una carrera entre el paseo y la vergüenza más absoluta

Checo Pérez había logrado la pole e impuso su voluntad en la escudería de la bebida energética, gracias especialmente a la mala clasificación de su compañero. No obstante, pese a dominar toda la carrera sin mayor sobresalto, el mexicano tuvo que competir con el holandés por la vuelta rápida, que terminó cayendo para este último. Una disputa entre compañeros de equipo que pinta más frecuente este año. Solo cabe esperar por parte del espectador que no se convierta en una acalorada lucha fratricida cómo en su momento fue el Rosberg-Hamilton.

La nota negativa la puso la FIA, manchando el podio número cien de Alonso. El asturiano inició la carrera con una sanción por ubicarse mal en el cajetín de salida. Un error de novato que le salió caro: una penalización de 5 segundos. Pero no importaba, el coche iba bien. En su paso por boxes, cumplió la sanción y todo parecía quedarse ahí. No obstante, el mecánico del gato trasero tocaba el coche de Alonso. El cirio ya estaba montado. Apenas a unas vueltas del final, desde Mercedes especulaban con una posible sanción al español. Sin embargo, de llegar esta, debía ser de 10 segundos y no de 5, como afirmaban desde la escudería alemana. Treinta vueltas después de la parada y, por ende, de la infracción, los comisarios revisaban y sancionaban a Alonso. Era ya demasiado tarde.

Un baile de comunicados

El asturiano disfrutó del podio como había se había merecido y ganado en la pista. Cuando se enteró de la sanción en el paddock apenas le dio importancia. “Qué me quiten lo bailao” parecía expresar con sus palabras y su sonrisa. Pero no perdió la oportunidad para cargar contra la FIA y la lentitud en la toma de decisiones. Una cuestión que no era nueva, puesto que Ocon había sido sancionado por algo similar en el pasado Gran Premio. La diferencia estaba en que el francés fue avisado dos vueltas después de la infracción, Fernando prácticamente después de la carrera. Y el circo de la FIA no había hecho más que empezar.

Primero publicaron con orgullo casi patrio la gesta de Alonso, mientras, por otros canales, se investigaba el acto. La sanción llegaba y una nueva publicación, con documento incluido por parte de la federación. Desde Aston Martin, contrariados por la situación, decidieron apelar. Nueva investigación, nueva comunicación y, por fin, la confirmación oficial, Fernando Alonso recuperaba su podio número 100. Una odisea de sanciones y no sanciones que dejan en muy mal lugar el método de actuación de la federación internacional automovilística, pero que no es la primera vez que se halla en esta tesitura.

Una gesta para estar entre los mejores

Con este podio, Alonso entra en un selecto grupo de pilotos que han alcanzado semejante cifra, como es el caso de Lewis Hamilton (191 podios), Michael Schumacher (155 podios), Sebastian Vettel (122 podios), Alain Prost (106 podios) y Kimi Raikkonen (103 podios). Una inmensa alegría para el asturiano que, sin duda alguna, muchos aficionados de este deporte comparten. Porque cuando sonríe Fernando también lo hace el aficionado español.

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