Zidane lo ha hecho una vez más. Cuando peor está, cuando está contra las cuerdas, es cuando el francés es capaz de escapar de las crisis de la forma más sorprendente, con un truco diferente en cada embrollo. Esta vez sacó su mejor truco, y se sacó de la chistera nada más y nada menos que una victoria al Barcelona en el Nou Camp.

Con este triunfo en el clásico, Zidane puso fin a una galopante crisis que arrastraba hasta Barcelona tras las derrotas contra el Cádiz y Shakhtar. El entrenador madridista valoró las críticas soportadas en una semana muy dura, previa al clásico: «No estamos para callar bocas, no sé si las críticas son injustas o no. La única cosa es creer en lo que hacemos. Hay que entrar al campo con confianza para hacer lo que sabemos hacer. Con esta victoria recuperamos la confianza, pero nada más, solo son tres puntos. Y con las críticas que hemos tenido estos días teníamos que sentarnos, hablar y jugar y lo hemos hecho más juntos. Ha sido una victoria de equipo en un partido perfecto».

Una etapa con muchos agujeros que tapar

Este 1-3 (que no se libra de polémica y a día de hoy se sigue hablando del penalti a Ramos, pero ese es otro tema), hace que el Madrid vuelva a ver el camino que parecía nublado en esta última semana. No es la primera vez que Zidane hace uno de sus «milagros» en su etapa con el Madrid, para acabar ganando tres Champions seguidas y nueve títulos de 13 posibles.

Nada más aterrizar en el banquillo, en enero de 2016, supo reanimar a una plantilla perdida (tercero a cuatro puntos del Barça, líder). En mitad de esa escalada, Zidane también salió vivo de un incendio en la Champions. El Madrid cayó 2-0 en Wolfsburgo, en la ida de cuartos, pero Cristiano fue su extintor: rescató al equipo con un ‘hat-trick’ (3-0) que puso al Madrid en semifinales de una Champions que acabó alzando…

En la 2016-17, temporada en la que el Madrid ganó Liga y Champions, la palabra crisis también rondó el Bernabéu. Después de conquistar la Supercopa de Europa ante el Sevilla, el equipo patinó y sumó cuatro empates. Pero terminó remontando la situación.

Pero fue en la 2017-18, la última temporada de su primera etapa, cuando sufrió más terremotos. . La plantilla perdió el tono, dijo adiós a LaLiga en diciembre (acabó a 17 puntos del Barça) y cayó eliminado en cuartos de Copa contra el Leganés (1-2). Una de las derrotas que más han dolido a Zidane en su carrera. Pero el francés volvió a encontrar un espacio entre tanta nube confusa y centró el foco en la Champions y terminó ganando la Decimotercera.

Cada vez que cae tormenta en Madrid, Zidane tarde o temprano es capaz de plantar un arcoíris… Aunque puede que él también haya provocado alguna que otra.

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