Antes del Mundial de Catar se esperaba que la selección de Serbia pudiera ser una de las sorpresas del torneo. Sin embargo, a falta de una jornada sería casi un milagro que siquiera pasase a octavos. Nunca lo ha hecho desde que es Serbia. No se clasificó para la cita de 2014 y ,en los torneos mundialistas de 2010 y 2018 cayó en fase de grupos, y nunca se ha clasificado para una Eurocopa desde que es Serbia.

Obstáculos similares en Rusia y Catar

Lo cierto es que le ha tocado un grupo muy similar al del último mundial, el de 2018 de Rusia. Entonces también compitió en el mismo grupo con Brasil y Suiza. A diferencia de en esta ocasión, en vez de contra Camerún, se vio las caras con Costa Rica. En aquel torneo terminaron pasando a octavos Brasil y Suiza. Serbia solo consiguió ganar a Costa Rica y perdió con Suiza y Brasil.

Aunque en realidad en 2018 también contaba con una serie de futbolistas de mucho renombre a nivel europeo e incluso mundial, en este torneo se esperaba que pudiese por fin rendir como teóricamente debería.

Aunque en el primer partido contra Brasil dio una buena imagen en la primera parte, terminó sucumbiendo en la segunda mitad (2-0), mostrando mucho cansancio y falta de juego y velocidad. Contra Camerún, un rival a priori ligeramente inferior, ha vivido un partido loco que ha terminado 3 a 3.

A pesar de los resultados, si en el último partido de esta fase de grupos gana a Suiza y Brasil no pierde con Camerún, estará en octavos. Conseguirlo sería un gran logro, aunque menor, si solo se juzgará por el prestigio de muchos de sus futbolistas a nivel de clubes.

Nombres que asustan a priori

Todos sus jugadores, casi sin excepción, juegan en potentes equipos de las principales ligas europeas. Incluso algunos como Milinkovic-Savic y Vlahovic son considerados como algunos de los mejores en su posición a nivel mundial. El técnico actual es Dragan Stojkovic, uno de los mejores jugadores de la historia de Yugoslavia. Sin embargo, como entrenador apenas tiene 4 años de experiencia que solo ha dirigido en China y Japón.

Habrá que ver si en la última jornada por fin se revierte la situación y se consigue al menos pasar a octavos. Sin embargo, queda claro en cualquier caso que el combinado serbio debería dar un rendimiento mayor. También ello deja a las claras que los nombres a veces no importan demasiado y la idea de juego y la cohesión del equipo terminan por ser más importantes. Selecciones como, por ejemplo, Costa Rica en el Mundial de 2014 y Gales en la Eurocopa de 2016 han demostrado que ello es así.

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