Luis Suárez vuelve a sonreír. Las lágrimas del uruguayo desaparecieron en cuanto saltó al campo vistiendo la elástica rojiblanca. Simeone lo sacó al terreno de juego con el partido frente al Granada resuelto, sin embargo, la media hora que estuvo sobre el césped demostró por qué es uno de los mejores delanteros centros del mundo. Probablemente, quienes más vayan a notar su ausencia sean sus excompañeros del F.C. Barcelona, que buscan nueva estrella para rellenar los goles que dejaba Luis Suárez.

Atlético de Madrid y Granada se veían las caras por primera vez esta temporada en el Wanda Metropolitano en un encuentro que apuntaba al debut de Luis Suárez, la mejor incorporación posible para el equipo del Cholo Simeone. Un futbolista aguerrido y con el hambre necesaria para pelear cualquier balón es el tipo de jugador que gusta al argentino. Además, su llegada sirve para aumentar la competencia en la delantera, con un Diego Costa mermado en los últimos tiempos por las continuas lesiones. Si estas le respetan, el hispano-brasileño y el uruguayo pueden conformar una competencia de ensueño.

Un debut plácido

El Granda llegó líder al Metropolitano y con sus aspiraciones por todo lo alto. Sin embargo, el partido comenzó con una primera mala media hora donde encajó un gol. El equipo trató de entonarse tras esos primeros malos momentos, pero El Atleti se mostró superior en todo momento y con la capacidad de hacer daño. Conforme avanzaban los minutos, los visitantes no encontraban resultados mientras la diferencia en el marcador se ampliaba aún más. A pesar de ello, el Granada no cuajó un mal partido, destacando las intentonas de Luis Milla por hacer brillar a su equipo. Sin embargo, el equipo parecía más pendiente de su futuro encuentro europeo. Eso no quita mérito a la actuación del Atleti, que tuvo un partido plácido y encontró los huecos necesarios para hacer daño con sus jugadores. Con la salida de Suárez, el foco pasó de João Félix al uruguayo. Con una asistencia y dos goles, Suárez demostró la misma garra y ganas que cuando vestía la elástica azulgrana.

El Camp Nou sueña con su nueva estrella

Mientras tanto, el Barcelona queda huérfano de gol tras su marcha. Aunque casi necesaria su marcha por la reestructuración del club catalán, mucho queda por hacer. Koeman parece haber encontrado el equilibrio en un conjunto que hace meses era un completo polvorín. La supuesta marcha de Messi agitó la ciudad condal como nunca y los aficionados exijan la cabeza de un Bartomeu venido a menos y contra las cuerdas. Sin embargo, es momento de hablar de fútbol. El holandés supo sacar el mejor provecho de jugadores como Coutinho o Ansu Fati, este último perfilándose como el futuro inmediato del equipo.

Contra el Villarreal, el F.C. Barcelona venció plácidamente y con una buena imagen tras la tormenta de los últimos meses. Durante el partido del Barcelona, Coutinho encontró la oportunidad de brillar y mostrar su calidad, mientras Ansu Fati continúa ofreciendo un rendimiento inmedianto, con goles y generando peligro. Una imagen muy positiva la del conjunto culé frente a un equipo que ha aprovechado a la perfección la escana ventana en el mercado para reforzarse. Aún así, no fue rival para un Barcelona entonado que desbarató la defensa del submarino hasta en cuatro ocasiones. Sin embargo, si Koeman es la solución o no sólo el tiempo lo dirá, lo que sí es cierto es que el club catalán aqueja una nefasta organización y planificación, por lo que es necesario un cambio en la directiva. A pesar de recuperar la ilusión y la sonrisa mucho trabajo queda por hacer.

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