Se suele decir que no tener noticias ya es una buena noticia. Sin embargo, en algunas ocasiones, sobre todo deportivas, el hecho de que no haya información durante un tiempo prolongado de un jugador supone que la falta de noticias ya sea noticia. Pasan los años, terminan las temporadas, empieza el verano, y con ello, nuevos rumores de futbolistas que van a abandonar su club. Y de pronto, después de dar por hecho que ese sujeto concreto se va a otro equipo, algo cambia y permanece en la que dice que es su casa. ¿Por qué aún así siempre nos creemos que hay cierta posibilidad de que abandonen el club?

Es evidente que nunca hay que generalizar. Cierto es que en muchas ocasiones sí se ha cumplido lo que los rumores prometían. Rumores, probablemente, promulgados por el equipo o por los propios futbolistas. ¿Quién no recuerda la salida de Cristiano Rolando del Real Madrid en 2018? Fue el propio portugués quién dio a entender en la final de la Champions que quería abandonar el club merengue. No voy a indagar ni recordar las razones por las que el luso eligiera esa fecha para mostrar su negativa a continuar en el Real Madrid. Es una cuestión subjetiva y cada uno puede tener su propia opinión. Pero antes de ese 2018, antes de esas palabras, antes de esa temporada, los rumores de que Cristiano iba a irse del Madrid siempre habían estado vivos.

Pero no tan vivos como todos los rumores que han rodeado a Sergio Ramos casi desde que llegó al equipo. ¿Ha habido algún año en el que no se informara sobre la salida de Ramos? La solución siempre es que el capitán acaba llegando a un acuerdo con su club… aunque recuerdo incluso que hayan llegado a entrevistar a la madre del de Camas. Siempre pasa lo mismo: termina la temporada, rumores sobre su salida, salida inminente, acuerdo sorpresa y comunicado del futbolista (ya no solo me refiero a Sergio Ramos) diciendo que su mayor ilusión es retirarse en ese club. Llegará el verano 2020-2021 y volverá a haber noticias de su salida. ¿Qué pasa? Que llegará un verano que esa salida será real. Nuevamente, ¿qué pasa? Según la fábula del lobo y las ovejas, nadie debería creerlo. Pero en el fútbol, ese mundo tan enigmático, nada es como debería ser.

El último en sumarse a esta cumbre de supuestos abandonos y reconciliaciones con su club ha sido Messi. Repito que no me meto en cuestiones subjetivas y cada uno es libre de pensar las razones por las que quería abandonar el club y, como ya informamos previamente, su historia y compromiso con el Barcelona obligaban a que la directiva le respetara. Ahora bien, ¿a alguien le sorprendió que finalmente no abandonara el equipo? Gareth Bale, otra de las grandes estrellas del Real Madrid, también parece encontrarse entre las cuerdas. Primero se negaba su salida, ahora parece que su cesión al Manchester United cada vez es más real. ¿Acabará ocurriendo?

Quizá es por esa incógnita, ese mundo desconocido, por lo que no importa la decisión final del futbolista. Parte de los aficionados necesitan conocer noticias de los deportistas, lo que piensan, lo que hacen y, también, lo que sienten. Sean rumores o no, y sea lícito o no, es una manera de tener más cerca a los que muchos consideran ídolos. Así que cada uno sea libre de pensar y de creer lo que más le interese.

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