Ahora más que nunca hace falta recuperar el amor a la vida. Un amor sano, a base de creer, de cantar, y de sentir la libertad… su libertad. Nil Moliner regresó a Zaragoza, esta vez a la Sala Mozart del Auditorio. Lo hizo con sold out y con la misma energía, carisma y humildad que el Nil que arrasó años atrás en la Sala López y en Las Armas (y según contaron, también en El Tubo). Su banda, su voz, un juego de luces y más que una improvisación fueron solo los primeros pasos que auguraban una noche muy especial, y sobre todo, libre.
El concierto comenzó con la vibración de la música y de sus seguidores que tuvieron que contenerse para no levantarse de los asientos. Como si de un recorrido de su vida se tratara, empezó con sus orígenes, con ese ‘Hijos de la Tierra’ y una invitación a que cada persona marque su rumbo y destino. A partir de entonces, una explosión de sentimientos, lágrimas y risas, se convirtieron en los grandes acompañantes del espectáculo.
El ‘Bailando en la batalla’ de Nil Moliner y el tratamiento de los problemas a base de sonrisas, baile y tiempo pusieron las canciones sobre el escenario. La lucha de los sueños de ‘Cien por cien’, el destino de ‘El Despertar’, la despedida de ‘Última vez’ y la esperanza de ‘Esperando’ fueron solo algunas de las canciones del primer disco que resonaron en el Auditorio de Zaragoza. No podían faltar sus últimos éxitos, y ni mucho menos la bondad, la evasión y la explosión de ‘Libertad’.
Uno de los momentos más especiales de la noche llegó con ‘Soldadito de Hierro’ y con una declaración a la vida y al amor. Como si fuera el propio padrino de bodas, Nil invitó a una pareja al escenario para que Raquel le pidiera matrimonio a su chico… Todo para que el echar de menos a quien quieres sea un pensamiento y no una realidad.
Después de la batalla, llega el sentimiento, la pasión y ‘Un secreto al que gritar’, el nuevo disco de Nil Moliner que saldrá a la luz el 22 de octubre. Zaragoza tuvo la suerte de escuchar en primicia ‘Pólvora’ y el inicio del vuelo de lo que promete ser un camino lleno de música, diversión y de vida.
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