Voy llorando en un taxi y no importa la dirección. Bueno sí, voy de camino a Pedro Zerolo. Mónica da el Pregón. Y tampoco es un taxi, es el metro. Pero ya llego a Chueca, que recupera la bandera arcoíris en las paredes.

Tras un rato esquivando a la gente sacándose fotos en las paredes llego a la calle. Música, gente y mucho color. Ya lo cantaba nuestra pregonera «sólo con música y gente sube de tono el ambiente.»

Por su parte, Zerolo empieza a llenarse bajo un sol abrasador. Ojalá La Prohibida como buena reina del invierno refrescando la temperatura. Porque no hay martirio en nuestra vida que dure más que el calor. Al sol esperamos a que llegue Mónica. Nosotros y las miles de personas que llenan Zerolo. Eso sí, este año H&M ha hecho el agosto con sus calcetines hasta las rodillas con la bandera arcoíris. Muy cómodo cuando a altas horas de la noche pisas ese adoquín suelto lleno de agua, alcohol y otros líquidos no identificados que te empapan el pie. Aunque ya sabes lo que dicen, antes muerta que sencilla.

Poco a poco se van acercando las ocho de la tarde, hora que dará el pistoletazo a este MADO ’19. La Plexy ya ocupa el escenario e invita a subir a aquellos que forman parte de los carteles de este Orgullo. Los mayores, que hacen gala y explican lo mucho que les debemos.

Pero llega ELLA. Tras darse un pequeño baño de masas en un photocall anexo al escenario, donde dio un discurso más largo que el del propio escenario, Mónica sube al escenario a dar el pregón más corto de la historia.

Al subir, el público grita eso de «¡Qué vuelva Carmena!», y al equipo de Más Madrid que se encontraba a pie de escenario se le caía la baba. Cuando se estaban reponiendo, va Mónica Naranjo y ya había acabado y se arrancaba con un ‘Sobreviviré’, al calor que hacía, claramente, a capella que nos pone hasta el último vello de punta. Y se va momentáneamente para estrenar en primicia su nuevo videoclip, la promoció.

Tras ese momento, Mónica dice que nos ama incondicionalmente, y aparece Agoney, esta vez sin las manos vacías y le da el premio MADO’19. Y chimpún. Menos mal que antes de Mónica, Boti, Uge Sangil y otro puñado más de activistas dan el verdadero pregón. Por supuesto hubo un tire de orejas a Monasterio y sus amigos. Pero Rocío, ya sabes, «piensa bien, piensa mal, piensa gay, piensa gay y acertarás», «y que sepas de una vez, que pa’ gustos, los colores».

Tras el momentazo de la Naranjo esperamos a María de los Ángeles Rozalén Ortuño, es decir a Rozalén. Confieso que trato que ocultar mi emoción. Entre el respetable ya se observa el homenaje a Malena Gracia. «Loca, por chocarme con tus labios… loca, por besarlos y acariciarlos por bailarte desnuda al son de los siete amores y que sepas de una vez, que pa’ gustos, los colores». Aunque yo soy más del «loca, por una mirada… loca, y por ti desesperada…»

Pero volvamos al tema que nos ocupa. Rozalén sale de su camerino con todos sus músicos y aparece en el escenario cantando con la misma dulzura y delizaceza de siempre. Incluso al borde del llanto al acabar ‘Comiéndote a besos’.

Y hasta aquí la noche. Mucha reivindicación, mucho calor, mucha promoción y poca crítica. Bienvenidos al Orgullo de Madrid.

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