A las parejas en las cuales una de ellas es seropositiva y la otra seronegativa, se les conoce como parejas serodiscordantes. Cuando esto ocurre, las parejas se enfrentan a diversos problemas, ya que los estigmas que rodean a la persona seropositiva pueden ser un gran condicionante.

 

El equipo de Código Público ha llevado a cabo un gran especial en torno al VIH, se llama InVIHsibles, aquí os dejo el link para que le echéis un vistazo: https://codigopublico.com/especial/invihsibles/

El Virus de la Inmunodeficiencia Humana, más conocido como VIH, es un retrovirus que ataca al sistema inmunitario de la persona infectada. A día de hoy, esta enfermedad es tratable y los afectados pueden llevar una vida normal, aunque la sociedad, junto a su correspondiente desinformación y prejuicios, aún sigue haciendo que las personas seropositivas sean vistas con muchos estigmas y estereotipos.

Al preguntar a la gente de nuestro entorno acerca de esta enfermedad, se nos pueden plantear muchas cuestiones sobre la misma, entre ellas ¿cuál es la percepción que tienen del VIH? Y casi todo el mundo lo identifica como una enfermedad degenerativa que antaño podía suponer la muerte y que hoy en día es tratable, sin embargo, podemos indagar e ir mas allá, preguntando a nuestros allegados qué sucedería si descubriesen que su pareja es seropositiva. Por ello, decidí plantear las siguientes preguntas a las personas de mi entorno en forma de una pequeña encuesta:

  • ¿Cómo reaccionarías al descubrir que tu pareja es seropositiva?
  • ¿Tendrías relaciones con una persona seropositiva?¿con o sin condón?
  • Sabiendo que tu pareja es seropositiva y además indetectable ¿te plantearías tener relaciones sexuales sin condón?
  • ¿Verías un posible futuro junto a una persona seropositiva?

 

El 70% de las personas que respondieron la primera pregunta coincidían en que su reacción sería apoyar a esa persona y ayudarla a superar todos los riesgos a los que se enfrentaría de ahí en adelante; el 20% sin embargo, coincidían en que sería algo muy duro de asumir y que se plantearían seriamente hacia donde iba a encaminarse su relación. La respuesta que más me sorprendió fue la del 10% que decía que sería duro de asumir, porque no quieren ver sufrir a su pareja, pero que a pesar de ser una enfermedad dura, no sería un problema en su relación.

En el caso de la segunda pregunta solo una persona negó la posibilidad de tener relaciones con una persona seropositiva, los demás mientras fuera con condón no tenían problema con ello.

La tercera pregunta se convirtió en todo un dilema, y es que menos de la mitad de las personas preguntadas conocían el significado de que una persona seropositiva fuera indetectable. Para quien, al igual que la mayoría de estas personas no lo sepa, ser seropositivo e indetectable, significa que la persona seropositiva presenta menos de 50 copias del virus por mililitro en sangre, esta cantidad de copias se refiere generalmente a la carga viral, lo cual quiere decir que el virus, gracias al tratamiento antirretroviral, ha conseguido reducirse hasta ser indetectable y también intransmisible.

A pesar de esto, la mayoría de las personas cuestionadas consideran que por muy baja que sea la carga viral, sigue existiendo un mínimo peligro de contraer el virus y por ello son partidarios de usar siempre protección, a excepción de una única persona, que afirmó que de ser totalmente seguro sí que se plantearía dejar de lado el preservativo.

En cuanto a la última pregunta, el 80% verían futuro con su pareja a pesar de que esta fuera seropositiva, mientras que un 20% lo deshechaba por completo.

Sin embargo, una vez respondidas todas éstas cuestiones, decidí plantearles una última pregunta: “Si tú fueras una persona seropositiva ¿cómo reaccionarías si tu pareja respondiese lo mismo que tu?”. Con esto hubo un 50% que respondió que estaban conformes con sus propias respuestas y que aceptarían, e incluso algunos se enorgullecerían de que su pareja respondiera lo mismo que ellos; el otro 50% admitía que sus respuestas, dichas por su pareja, serían un golpe duro de afrontar, pero que llegarían a comprenderlo y a aceptarlo.

Está claro que las personas con VIH van a tener que enfrentarse a grandes retos durante su vida, y el amor es uno de ellos ya que a nadie le gusta ser desplazado y menos por una enfermedad que hoy en día está controlada y prospera hacia un futuro que podría brindarles una cura.

La mayoría de las personas, al ponerse en la situación de que su pareja sea seropositiva, tienden a pensar principalmente en su propio bienestar, ya que para ellos, el mero hecho de que su pareja tenga este virus, hace que su relación se convierta en una precaución continua y muy pocos piensan en lo que esa persona pueda sentir y lo importante que es su apoyo en ésta dura circunstancia. La persona contagiada tiene que lidiar con su enfermedad y además con los prejuicios de quienes le verán como un foco de contagio, por lo cual lo que menos necesitan es una pareja que no les entienda y que tampoco esté dispuesto, o dispuesta, a entenderles.

Las parejas serodiscordantes pueden derivar en una inevitable ruptura, o por el contrario pueden demostrar que ésta enfermedad no es ninguna barrera. Estas últimas son parejas que llenan de orgullo a cualquiera que sepa de ellas, como es el ejemplo de Alex y Max, que se conocieron y empezaron a salir poco después de que a Max le diagnosticaran VIH. Por suerte, Max es indetectable y por tanto intransmisible, por lo que esta pareja no usa protección en sus relaciones.

Alex se encuentra con preguntas muy desagradables con  respecto al tema, le preguntan que por qué no tiene miedo a contagiarse o cómo está tan seguro de que su novio se toma esas pastillas que evitan el contagio. A parte de desagradables, a Alex también le resultan estúpidas, ya que es la salud de Max la que está en juego, la posibilidad de que él se contagie no es una preocupación que tenga en mente ya que en su cabeza solo cabe el bienestar de su pareja.

En conclusión, podemos asumir que las parejas serodiscordantes tienen por delante muchas pruebas y retos que asumir, pero como en todas las relaciones, todo depende de la confianza y del cariño que le tengas a tu pareja. Es una enfermedad, como otras muchas que por desgracia también son difíciles de llevar, por tanto tener a una persona a tu lado que te apoye, te quiera y te comprenda en una cuestión tan dura es difícil, pero no imposible.

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