A propósito del 8M, Día Internacional de la Mujer, reivindico a aquellas artistas que fueron injustamente olvidadas bajo la sombra de los nombres masculinos del arte. La mujer de, la amante de, la aprendiz de…. ¿Dependían realmente de alguien o les obligaron a ello?

Dora Maar, Françoise Gilot o Camille Claudel son nombres de artistas que empiezan a escucharse, todavía sutilmente, en las aulas. Son únicamente tres mujeres de una extensa lista que pocos conocen ni se han tomado la molestia de hacerlo. Nadie nunca las había mencionado en la historia del arte, ni mucho menos habían sido admiradas por sus sublimes carreras artísticas. Durante sus trayectorias, habían quedado relegadas a un segundo plano. Las mujeres artistas empiezan tímidamente a ser reivindicadas en pleno siglo XXI, ¿por qué hemos tardado tanto en darles la importancia que merecen?

Ellas

Dora Maar fue una fotógrafa surrealista francesa que, a día de hoy, es conocida por haber sido una de las parejas sentimentales de Pablo Picasso, artista mundial del que se conmemora en 2023 el 50º aniversario de su fallecimiento. La carrera artística de Maar nunca obtuvo el reconocimiento que merecía, pues pasó a la historia no por su destreza fotográfica sino por haber documentado el proceso de creación del famoso cuadro El Guernica (1937).

Françoise Gilot, a sus 101 años, puede presumir de su vida profesional y personal. Aunque poco sabe el mundo sobre ella, si se aleja del nombre de Picasso. El hecho de ser la única mujer que abandonó al genio cubista y rehacer su vida – pues sus otras parejas y amantes perdieron la cordura o se suicidaron – deja de lado toda su carrera laboral, tanto como literaria como artística.

Y por último, Camille Claudel. La escultora francesa falleció creyéndose estar loca en plena soledad, sin ningún reconocimiento artístico y a la sombra de un conocidísimo artista. Mientras, su pareja sentimental y profesional, el también escultor Auguste Rodin, gozaba del éxito y se regodeaba entre la fortuna que había ganado con obras que también Claudel había creado.

¿Sabías que Kandinsky no es el padre del arte abstracto?

Durante el siglo XX, Europa acogió un período brillante para la cultura y el arte. Cientos de artistas masculinos triunfaron en vida y marcaron un antes y un después con sus aportaciones teóricas y artísticas. Nadie puede negar que Kandinsky fuera un genio del arte abstracto que revolucionó el panorama pictórico por completo. Sin embargo, se le conoce erróneamente como el padre del abstractismo, pues fue que la pintora sueca Hilma af Klint la verdadera pionera en esta corriente artística. Se trata de una injusticia más hacia ellas que hoy, afrotunadamente, empieza a hacerse visible y la sociedad se hace eco de ello. El tiempo avanza y, por suerte, nosotros también.

Alumbrar nombres de mujeres

En pleno siglo XXI, con unos progresos ya visibles en la sociedad en cuanto a igualdad, es pertinente estudiar en las aulas a artistas con un recorrido tan loable como silenciado durante décadas. El movimiento feminista ha rescatado del antiguo baúl a aquellas mujeres que se hicieron un hueco en el mundo del arte y la cultura. Mujeres admirables que vieron sus caminos frustrados a manos de una sociedad patriarcal que las apartaba del éxito. A propósito de la reciente publicación de la escritora Brigitte Benkemoun, En busca de Dora Maar (Taurus, 2022), es un progreso inmenso poder disfrutar actualmente de biografías y estudios de artistas como Maar, Gilot o Claudel. Ahora es el momento de alumbrar aquellos nombres olvidados de cientos de mujeres artistas. Y es tarea de cada uno de nosotros evitar que en un futuro sean únicamente artistas masculinos los que protagonicen los libros y la historia. 

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